Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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viernes, 1 de junio de 2018

El Consejo acuerda aceptar la proposición del marqués de Povar para promulgar una nueva Pragmática con la que reprimir a los gitanos (junio 1624)

Los gitanos, así originarios de aquel reino, como domiciliados, vecinos y habitadores en él, hombres y mujeres, no son de provecho alguno para el bien público, sino de muy gran daño y perjuicio, divagando como gente ociosa y vagabunda, cometiendo cada día embustes y trampas, siendo tenidos notoriamente por gente de mal vivir y que cometen hurtos, robos, asaltamientos, homicidios y otros delitos en caminos reales y en los pueblos donde están y por donde pasan, y que acostumbrar ir en cuadrillas con armas prohibidas causando gran escándalo y otros muchos daños en que es forzoso poner la mano y atajarlos, y que por la obligación que le corre como alter Nos de V. M. en aquel reino, con acuerdo de la Audiencia Criminal, proveyó que los dichos gitanos, así hombres como mujeres, salgan dentro de treinta días de aquel reino y no entren en él, so pena a los hombres de cien azotes y de galeras perpetuas, y a las mujeres por la primera vez, de cien azotes y por la segunda de doscientos, revocando cualesquier guiajes que tengan o pretendan tener para lo contrario, y suplica a V.M. mande tenerlo por bien y que se observe con Pragmática Real, interponiendo su real autoridad y decreto por ser de tan servicio de Dios y de V.M. paz y quietud de aquel reino.
El Consejo ha considerado que esto es muy necesario para atajar y reprimir tantos daños como el virrey representan que causan los gitanos en aquel reino, y por esto, y porque toda es gente baja e inútil, le ha parecido que conviene ordenarlo por Pragmática, reformando la pena de galeras perpetuas a que sea solamente por diez años, con lo cual cesarán tantos inconvenientes como se siguen de que habiten en ella.
 
Grabado de época de Jacques Callot. Museo del Louvre
COMENTARIO:
El año 1624 resultó crucial en el devenir legislativo y represor del Pueblo Gitano en España. Desechada la propuesta de expulsión, desde 1611 se incrementaron las propuestas antigitanas desde todos los sectores de la sociedad, apareciendo este mismo año el diccionario de Covarrubias, donde ya se negaba la lengua e identidad étnica de los gitanos; y, al año siguiente, Fray Juan de la Puente, calificador del Santo Oficio, mostraba la visión estereotipada y negativa que de los gitanos se tenía entonces, en su obra Conveniencia de las dos Monarquías.
Solo un año más tarde se publicaron las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, entre las que destacan El Coloquio de los perros y La Gitanilla por lo que han supuesto en la reproducción del arquetipo gitano de ladrón. En 1615, Francisco Fernández de Córdoba considera a los gitanos en su Didascalia multiplex como “la hez y el desecho de todas las naciones”.
A estos eruditos se unieron arbitristas bien conocidos como Salazar de Mendoza, con su Memorial en el Hecho de los Gitanos para informar el ánimo de el Rey… (1618) y Juan de Quiñones con su Discurso contra los gitanos (1621), en cuyos discursos justificaron medidas represoras a través de un conjunto de acusaciones y opiniones peyorativas contra este colectivo.
Con todos estos antecedentes se llegó a enero de 1624, cuando las Cortes de Castilla, denunciaron “los grandes e intolerables daños que causan los gitanos”, asegurando que su forma de vida se basaba en “robos e insultos”, por lo que los ganados no estaban seguros, sirviéndose de las ferias para vender o trocar todo lo que hurtaban. Una acusación de la que la Mesta fue la principal responsable.

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