Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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viernes, 22 de diciembre de 2017

SEISCIENTOS AÑOS DE PRESENCIA GITANA EN LA EUROPA CENTRAL Y OCCIDENTAL (1417-2017)

Carta de Seguro otorgada por el Emperador Segismundo, Rey de Hungría al voivoda Ladislao de los gitanos, en sus reinos. Año de 1423. (Codex diplomaticus Hungariae Ecclesiasticus ac Civilis. Studio et opera Georgii Fejér, bibliothecarii regi. Tomi X, Vol. VI, ab anno 1418-1428. Tzpis Typogr. Regiae Universitatis Ungaricae, Buda. 1844, Doc. CCXXI. pp. 532-533.)

“Idem Sigismundus Zingaris per regna sua securitatem, ac Vaivodae ipsorum potestatem iudicandi addicit. A. 1423.
Segismundo de Luxemburgo por Pisanello-Wikipedia
Sigismundus, Dei gratia Romanorum Rex semper Augustus, ac Hungariae, Bohemiae, Dalmatiae, Croatiae etc. Rex. Fidelibus nostris universis, Nobilibus, Militibus, Castellanis, Officialibus, Tributariis, Civitatibus liberis, oppidis et eorum iudicibus in regno et sub dominio nostro constitutis et existentibus salutem cum dilectione. Fidelis nostri adierunt in praesentiam, personaliter Ladislaus Voivoda Ciganorum, cum aliis ad ipsum spectantibus, nobis humillimas porrexerunt supplicationes huc in Scepus in nostra praesentia supplicationum [supplicum?] precum cum instantia, ut ipsis gratia nostra uberiori providere dignaremur. Vnde nos illorum supplicatione illecti eisdem hanc libertatem duximus concedendam. Quod quandocunque idem Ladislaus Vaivoda et sua gens ad dicta nostra dominia, videlicet civitates et oppida pervenerint, extunc vestris fidelitatibus praesentibus firmiter committimus et mandamus, ut eosdem Vladislaum Vaivodam et Ciganos sibi subiectos, omni sine impedimento ac perturbatione aliquali fovere et conservare debeatis; imo ab omnibus impetitionibus seu offensionibus tueri velitis. Si autem inter ipsos aliqua Zizania seu perturbatio evenerit, ex parte quorumcunque extunc non vos, nec aliquis alter vestrum, sed idem Ladislaus Vaivoda iudicandi et liberandi habeat facultatem. Praesentes autem post earum lecturam semper reddi iubemus praesentanti. Datum in Scepus, dominica die ante festum Beati Goergii Martyris Anno Domini MCCCCXXIII. Regnorum nostrorum Anno Hungariae XXXVI., Romanorum vero XII., Bohemiae tertio.

TRADUCCIÓN:
“El mismo Segismundo, por la seguridad de los Cíngaros, concede el poder de juzgar al Vaivoda de ellos. Año 1423.
Segismundo, por la gracia de Dios Rey de los Romanos siempre Augusto, y Rey de Hungría, Bohemia, Dalmacia, Croacia, etc., saluda con afecto a todos nuestros Fieles, Nobles, Soldados, Castellanos, Oficiales, Tributarios, Ciudadanos libres, y a las ciudades y a los jueces constituidos de estas y que existen en el reino bajo nuestro dominio. Fieles nuestros llegaron ante nuestra presencia, personalmente Ladislao, Voivoda de los Cíngaros, con otros que le seguían, y aquí en Scepus nos presentaron sus más humildes súplicas, para que nos dignásemos derramar abundantemente nuestra gracia para con ellos. Por lo cual, convencido por sus ruegos, determinamos concederles esta licencia. Por la cual, permitimos y encomendamos firmemente a nuestros Fieles presentes que Ladislao Voivoda y su gente puedan transitar por las ciudades y pueblos de nuestros dominios con normalidad desde ahora mismo, y mando a los Fieles presentes que protejan y respeten al mismo Ladislao y a los a él sujetos sin ningún impedimento ni ninguna perturbación; además, que queráis defenderlos de todos los ataques y ofensas. Sin embargo, si ocurriese alguna cizaña entre ellos o algún trastorno, sólo tenga facultad de juzgar y absolver el propio Ladislao Voivoda, y no vosotros ni tampoco ninguno de los vuestros. Por consiguiente, ordenamos ser devuelta a los presentes la licencia inmediatamente.
Fechado en Escepus, domingo víspera del beato Jorge Mártir, en el Año del Señor de MCCCCXXIII. En nuestro reino de Hungría, Año XXXVI; verdaderamente, Año XII de los Romanos y tercero de Bohemia.”
NOTA: documento y traducción por gentileza de la Asociación Nacional Presencia Gitana


En 2017 se han cumplido seiscientos años del proceso que dio inicio a la incursión y distribución del Pueblo Gitano en Europa Central y Occidental.
Su llegada a la Europa cristiana del medievo, se hizo a través del Sacro Imperio Romano Germánico, cuando era emperador Segismundo de Luxemburgo, rey también de  Hungría, Polonia y Bohemia, y a quien el Papa Martín V consagró como adalid de la cristiandad.
Ante dicho emperador se presentó a finales de 1417, un grupo compuesto por al menos tres centenares de personas, a cuyo frente se hallaba un conde y un duque, a quienes otorgó los salvoconductos que posibilitaron su dispersión por toda Europa Occidental, facilitándoles la libre circulación por los territorios del Imperio para “estar y pasar” hacia otros reinos, como Francia y el norte de Italia. Igualmente, se dispuso que fuesen bien tratados y que cumplieran los siete años de penitencia impuestos por haber apostatado.
Como peregrinos y refugiados religiosos perseguidos por los turcos, los gitanos hallaron la protección y la libertad de movimientos que a la postre, les convirtieron en una comunidad transnacional y europea. Sin embargo, pretendieron obtener otro pasaporte de manos del Papal, por lo que el duque Andrés se dirigió a Roma para tal fin. No sabemos si fueron recibidos por el pontífice, sí que años más tarde, varios grupos gitanos exhibieron un documento similar expedido por Martín V autorizándoles a peregrinar para expiar los pecados que decían habían cometido. Si bien, algunos historiadores dudan de su veracidad. 
En octubre de 1420 se hallaba en la Provenza un grupo de gitanos, los mismos que posiblemente pasarían posteriormente al reino de Aragón, y por último, a los reinos navarro y castellano, con lo que acabaron completando el largo trayecto iniciado siglos atrás desde la antigua India. Descubierta América, una nueva ruta quedaría abierta a partir del siglo XVI.

El acontecimiento histórico de 1417 forma parte de las diferentes Historias del Pueblo Gitano que forma parte de cada una de las naciones europeas. La carta de seguro otorgada por el futuro Alfonso V de Aragón es solo un eslabón más de esta Gran Historia Gitana en Europa. Sin embargo, ha pasado desapercibido, sin que los foros europeos e internacionales transnacionales, como el Consejo de Europa, la Unión Europea, la ONU y demás instituciones, hayan dado el paso decisivo hacia su reconocimiento como Comunidad transnacional de base multiestatal, con pleno derecho a mantener su identidad, y a que pueda participar en pie de igualdad en la vida política, económica, social y cultural de los países en los que viven sus ciudadanos.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

LA JAMANCIA DE 1843. UN MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO CATALÁN CON PROTAGONISMO GITANO

Tras el hambre y la miseria que trajo la primera Guerra Carlista, y el golpe del general Espartero del año 1841, cuyas consecuencias fueron claramente negativas para el pueblo gitano en España, el nuevo gobierno volvió a recordar a las autoridades locales a través de los Boletines Oficiales de provincias, su obligación de perseguir a vagos, mendigos y gitanos.
Jamancios a pecho descubierto
La permanente sospecha hacia el gitano como un delincuente, basada en el estereotipo negativo acuñado durante cuatro siglos, seguía resistiéndose a desaparecer. Si bien, el corpus legislativo que durante todo ese tiempo había criminalizado la forma de vida gitana, estaba ya agotado. A partir de estas fechas, las medidas represivas y de control que se irán dictando serán de orden interno para las policías locales y la Guardia Civil, a la que desde su creación en 1844 se le encomendó especialmente su vigilancia.
En una sociedad que avanzaba hacia una incipiente industrialización; el gitano, quedó sumido en bolsas de pobreza y constantemente abatido por la represión a que se le sometía; y, aunque procuró continuar sustentando su supervivencia manteniendo las actividades económicas tradicionales de sus antepasados, una nueva etapa de modernidad estaba cambiando el mundo, y al pueblo gitano también.
En su resistencia por mantener su identidad étnica y forma de vida, los gitanos fueron quedándose descolgados de los avances sociales, culturales y económicos que caracterizaron al resto del siglo XIX. No hubo “progreso” burgués y obrero para él. Solo en Barcelona se produjo cierta proletarización entre la población gitana, la que a pesar de su insignificancia política y económica, mostró un gran protagonismo en los acontecimientos acaecidos entre 1842 y 1843 en aquella ciudad.
Bajo la bandera del republicanismo más igualitario, los gitanos, aun sin una clara toma de conciencia de clase, participaron activamente en contra de los ricos propietarios industriales para quienes trabajaban por una miseria y al que defendían en guerras por medio de un sistema injusto de quintas. Todo sin recibir nada a cambio. El pueblo en armas acabó viéndose como la única solución para cambiar esta injusticia social.

Juntas, goberns, empleats,
Ciutadans seguiu la lley.
Que la Jamancia ha arribat
Y tots tenim lo fusell.
Minyons, alsem lo porró
Viva la bulla y la dansa.
Y digueu, que viva sempre
L’Ygualtat y la Jamancia.

Canción de la Jamancia
La Jamancia se desarrolló estando bien reciente la insurrección que, entre noviembre de 1842 y febrero de 1843 tuvo lugar también en Barcelona, y que fracasó sin haber conseguido extenderla al resto de España ni haber dado solución alguna a la crítica situación que atravesaban los estratos más bajos de la sociedad de aquel momento, a los que en la tercera de las bases de la declaración de 17 de noviembre de 1842, la Junta revolucionaria asumía la protección de “todas las clases laboriosas y productivas (…) justicia para todos sin distinción de clases y categorías”, algo que la burguesía catalana no estaba dispuesta a llegar.
Del fracaso de esta revolución, las clases populares aprendieron a no confiar en la burguesía, por lo que la rebelión barcelonesa de la Jamancia, prolongó los enfrentamientos de clase producidos en los últimos días de su antecesora, cuando la Junta de Gaviria permitió la confiscación de los bienes de aquellos burgueses que habían abandonado la ciudad aterrorizados por los bombardeos. El mensaje de las coplas entonadas por los jamancios, son una muestra de sus reclamaciones hacia el derecho al trabajo y la igualdad ante la ley, y así se publicó en el segundo suplemento de La Unión:

Pa, llibertat y treball.
Que no robin res al pobre:
Y que tot home sigui igual.
Que si tenim plet ab un rich
No sempre en sortim pagan.


La Jamancia se desarrolló entre septiembre y noviembre de 1843 y constituyó el último intento de revolución centralista. Estuvo dirigido contra el gobierno moderado de Joaquín María López, al que se le acusaba de haber incumplido los acuerdos contraídos con la Junta Central con objeto de derribar el gobierno de Espartero, así como la violación de varias disposiciones establecidas en la constitución de 1837.
Asalto a la Ciudadela
El nombre dado a esta revolución hizo referencia a los miembros de los batallones de voluntarios (batallones de la blusa), autodenominados así mismos como jamancios. El término deriva del verbo gitano jamar -comer-. Y, aunque algunos autores lo relacionan con la asignación diaria de cinco reales que recibían los jamancios por su manutención, creemos que este nombre procede de la ocurrencia de estos gitanos revolucionarios, para los que siendo el hambre la principal motivación de su adhesión al movimiento revolucionario, convirtieron su hambruna en un incentivo para el combate, para lo que se lanzaron a las calles entonado canciones con mayor o menor contenido de sátira política, en las que se amenazaba iban a comerse a sus enemigos. Entre las diferentes coplas, tuvieran o no algún tipo de sátira política, destaca la de la paella, que convertida prácticamente en su himno, se cantaba al ritmo de:
Monumento a Prim en Barcelona- Wikipedia
                                  Ay, Ay, xin, xin, xin
Maduros a la paella
Ay, Ay, xin, xin, xin
A la paella el Prim.

Como complemento a toda esta escenografía, añadieron a su indumentaria algunos complementos relativos a enseres de cocina, siendo su complemento más identificativo “una pequeña sartén (de plomo o latón) de las que sirven de juguete a las niñas, colgada del cuello con una cinta encarnada, y una cabeza de muerto en el gorro con un fleco negro y encarnado, y un lema que dice: junta Central o muerte". Los mismos colores predominaban en las banderas, junto a diferentes símbolos asociados con el republicanismo, lo que las convirtieron en las precursoras del sindicalismo catalán.

Vestían a excepción de la Milicia Nacional, un uniforme parecido al de los sansculots de la Revolución Francesa. También, una blusa azul de trabajador ceñida por una banda de cuero o de cuerda a la cintura; si bien, al comienzo de la revolución, por ser verano, prescindieron de la blusa y se mostraron despechugados en cuerpo de camisa, que por entonces era una prenda íntima. En ella colocaban al pecho a modo de medalla la sartencita de juguete. Así mismo, algunos usaron calzas (medias) listadas arremangadas hasta media pierna. Por último, una especie de gorra roja parecida a una barretina, pero de forma más alargada y con una borla en su remate, en la que ponían la calavera plateada.
Asalto a la Ciudadela
En general, el conjunto de los insurgentes se conocieron como centralistas por propugnar la unificación de la Junta Central. Sus fuerzas estaban integradas con fuerzas del ejército regular, la Milicia Nacional y los voluntarios del llamado vulgarmente “Batallón de la Blusa”; y, más tarde, el batallón denominado “Salvarguardas de la libertad” compuesto por presidiarios, lo que fue motivo de burlas por parte de los gubernamentales; si bien no eran delincuentes comunes, sino desertores y condenados por tenencia de armas prohibidas.
La prensa madrileña, en su afán por desprestigiarlos, escribía despectivamente sobre el batallón de la jamancia, afirmando estaba “compuesto en su mayor parte de la escoria de los pueblos vecinos a ésta (Barcelona), de procesados criminalmente, de gitanos, de extranjeros afiladores de navajas y tijeras, de menores de edad, de viejos y de algunos licenciados”, para terminar concluyendo:
Bombardeo de la ciudad desde Montjuic

“¿Se creerán esos majaderos jamancios que por sí solos podrían arrostrar una invasión extranjera, solo con mostrar la sucia sartén y parrillas con que intentaban freír y asar a las tropas, y demás combatientes sometidos al legítimo gobierno, y con cuyos chismes pintados pusieron pies en polvorosa en San Andrés y Mataró, huyendo despavoridos a los primeros disparos?”.
Iniciados los enfrentamientos armados a primero de octubre de ese año entre insurgentes y Ejército, éste bajo la dirección de Prim, Barcelona sufrió un duro castigo por medio de bombardeos que propiciaron la desbandada burguesa y el desaliento de los componentes de los republicanos. Finalmente, la Junta Suprema terminó capitulando el 19 de noviembre, con lo que fracasó su intento de convertirse en el origen de una revolución democrático-burguesa para la consecución de una República Socialista y Federal.

FUENTES:
CURET, Francesc. La Jamancia (1842-1843), Barcelona: Rafael Dalmau editor, 1961.
http://www.antrophistoria.com/2017/12/la-jamancia-de-1843.html

viernes, 1 de diciembre de 2017

LOS GITANOS Y EL FLAMENCO EN 1885

«CANTE HONDO»
Para los que no están iniciados en la poesía del cante eso de jondo parecerá término chino.
Para los peritos, eso de cante jondo es más que si les dijeran; «Ópera clásica».
Los que no conocen aquella tierra bendita que denomina el vulgo «Andalucía», los que no han nacido en ella, no pueden apreciar las bellezas del cante.
Y aun los andaluces que no han visitado los barrios de la gente cañí o gitana no saben lo que es poesía, y ternura, y «diplomacia íncontínental».
Los gitanos constituyen un Estado libre dentro de otro Estado.
Ellos podrán ser maleantes y aun tener la desgracia de seducir a las bestias del prójimo y de tropezarse con las cosas ajenas antes de que se le extravíen al prójimo.
Pero ellas, las gitanas puras, son modelo de lealtad y de firmeza, y primeramente consentirían en su muerte que en la deshonra y en el envilecimiento.
Aborrecen a los hombres que no son gitanos, y en la feria de Sevilla se pierden por ellas más ingleses que en la campaña del Egipto y pueblos «adyacentes».
El gitano cantaor es un trovador con sombrero de catite; un hombre que siente y que llora cantando sus penitas.

En el cante flamenco hay cierta mezcla de alegría y dolor que no se explica sino por la siguiente copla del pobrecito Augusto Ferrán:

¿Alegrías? No las quiero
De esas que a todos alegran;
Yo quiero las alegrías
Que al mismo tiempo dan pena.

Las cantaoras finas lloran derramando coplas que rebosan alegría y esa gracia que no sale a luz más que al calor del sol de Andalucía.
Araujo, que es un artista que sabe sentir y que posee la magia del estilo, ha dibujado un cantaor cañí con verdad y con expresión.
Jasiendo vorá la guitarra , e iluminado por el bálsamo de Jerez o dc Sanlúcar, el artista flamenco da suelta a los pesares y se desajoga de penas.


COMENTARIO:
Este texto, extraído de La Ilustración Española y Americana de octubre de 1885, constituye tanto un valioso testimonio de la situación de los gitanos españoles en aquellas fechas como de la consolidación del flamenco como arte basado en cantes cargados de poesía y sentimiento.
Nada pasa desapercibido en estas líneas, desde la más cruel reseña del estereotipo negativo que estigmatiza a los hombres gitanos como ladrones “maleantes”, hasta el ensalzamiento de la mujer gitana como hermosa, alegre, graciosa, llena de lealtad y firmeza; por la que muchos hombres pierden la cabeza.
Es también una referencia a la libertad de los gitanos como su valor más querido. Una apreciación que queda resumida magistralmente cuando se expresa cómo “los gitanos constituyen un Estado libre dentro de otro Estado”, una realidad que por entonces se hallaba sin embargo en transformación. Eran tiempos de cambio, el campo se iba quedando vacío y las ciudades se llenaban con contingentes humanos que se proletarizaban. Un proceso en el que el gitano seguirá resistiéndose a dejar de serlo, convirtiendo el cante flamenco en una válvula de escape en la que expresar su forma de ser y de sentir.