“Nos Alffonsus, Dei gratia Rex Aragonum, Sicilie,
Valencie, Maioricarum, Sardenia, Corsice, Comes Barchinone, Dux Athenarum et
Neopatrie ac etiam Comes Rossilionis et Ceritanie. Dilectis et fidelibus
nostris Gerentibus, Vices Gubernatoris, vicariis, baiulis, çalmedinis,
justiciis, merinis supra juntariis, portariis, ceterisque universis et singulis
officialibus regnorum et terrarum nostrarum constitutis ad quem seu quos
presentes pervenerint et fuerint presentate. Salutem
et dilectionem.
A todos y
cada uno de sus nobles, amados y fieles nuestros y sendos gobernadores,
justicias, subvengueros, alcaldes, tenientes de alcalde y otros cualesquiera
oficiales y súbditos nuestros, e incluso a cualquier guarda de puertos y cosas
vedadas en cualquier parte de nuestros reinos y tierras, al cual o a los cuales
la presente ser presentada, o a los lugartenientes de aquellos, salud y
dilección.
Compañía de gitanos en camino |
Proveyendo
y dando a aquellos pasaje seguro y siendo conducidos cuando el mencionado don
Juan lo requiera a través del presente salvoconducto nuestro, el cual queremos
que lleve durante tres meses del día de la presente contando hacia adelante.
Entregada
en Zaragoza con nuestro sello el día doce de enero del año del nacimiento de
nuestro Señor 1425.
Rey
Alfonso".
COMENTARIO: Tras un
milenio y medio de diáspora, los gitanos llegaron a la península Ibérica durante
el primer cuarto del siglo XV, en plena agonía de la baja Edad Media. En una sociedad que se encontraba inmersa en una encrucijada, donde los valores culturales y
los religiosos se hallaban en un profundo proceso de cambio.
La llegada de los primeros gitanos a Berna |
El conflicto se comenzó a gestar en cuanto la mayoría social tuvo conciencia de que la presencia de egipcianos no sería temporal y sí permanente. Es entonces cuando se les intentó reducir al canon social y cultural que se hallaba establecido desde antes de su llegada.
Muchos
autores han señalado a esta etapa como la "Edad de Oro" o "Periodo idílico" de la presencia gitana en
España, precisión que creemos que no es completamente exacta, considerando más adecuado llamarla "Etapa de exploración y peregrinaje". Bien es cierto
que los gitanos, bajo la categoría de peregrinos recibieron los privilegios que
les otorgaba la “Paz del Camino”, pero ello era debido también a su condición
de cristianos perseguidos por los turcos, que forzados a abandonar su tierra, manifestaban hallarse arrepentidos por haber abjurado de la fe cristiana y haber adoptado la
islámica, causa por la que decían habían decidido redimir su pecado a través de
una larga peregrinación hacia Santiago de Compostela, algo que en la mentalidad
de la épocas se debía respetar y facilitar como buenos cristianos.
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