Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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miércoles, 8 de octubre de 2025

Los gitanos en la creación de la Superintendencia General de la Policía del Reino, antecesora de la actual Policía Nacional

Portada del Decreto
 Con anterioridad a la llegada de los Borbones y la consiguiente centralización del Estado, los cuerpos policiales existentes eran diversos y presentaban problemas jurisdiccionales, especialmente entre las Santas Hermandades, las justicias locales, los Migueletes, las Guardas del Reino, etc.

Con la vuelta al absolutismo en 1823, la situación de los gitanos empeoró. En principio, se derogó la Constitución de 1812, y a partir de 1827 se sucedieron recordatorios para extremar la vigilancia sobre los gitanos que aparecieran en las diferentes circunscripciones de la monarquía española. Un control para el que Fernando VII creó por Real Cédula de 1824, la Superintendencia General de la Policía del Reino, especificándose en el artículo XIV, sexto punto, el cometido de «recoger los gitanos sin domicilio […] y entregarlos a disposición de la Justicia para que los destinen con arreglo a las leyes».



Fernando VII. Wikipedia

En este Real Decreto, también quedaron definidas las cuarenta y dos atribuciones y funciones de esta nueva Policía, entre otras, la de realizar padrones del vecindario de los pueblos, expedir y visar los pasaportes de los viajeros nacionales, expedir los permisos necesarios para la venta de mercancías y ejercicio de profesiones en las calles, etc.

En los años siguientes, el cuerpo sufrió reorganizaciones en 1827, 1833 y 1835, hasta su desaparición completa en 2 de noviembre de 1840. Finalmente, se instituyó la Guardia Civil en mayo de 1844, a la que se le encargó a partir de entonces, hasta 1978, la vigilancia de los gitanos.


Fernando VII, en su vuelta a una política antigitana, intensificó la vigilancia y el control sobre la población gitana en España, institucionalizando una política de exclusión bajo el pretexto del orden público. La creación de la Superintendencia General de la Policía del Reino por Fernando VII no fue solo una reorganización administrativa: fue también una herramienta para reforzar el aparato represivo contra los cuerpos considerados “flotantes”, “sin domicilio”, “sospechosos”, en especial, los gitanos.

La Constitución gaditana había abierto tímidamente la puerta a la ciudadanía universal, aunque sin resolver la situación de los gitanos. Su derogación en 1823 significó el retorno a un modelo excluyente, donde la ley no protegía, sino que perseguía. La formulación del artículo XIV, punto sexto, ordenando “recoger los gitanos sin domicilio” y entregarlos a la justicia, convirtió la falta de domicilio, que no era más que una consecuencia de la exclusión, en un delito. Así, en lugar de proteger, la disposición se centró, una vez más, en la exclusión, en la desaparición física de las personas gitanas, destinándolos a trabajos forzados al servicio de la corona.



IMÁGENES: Colección Particular M. Martínez

Retrato de Fernando VII: Wikipedia

FUENTES:

MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Manuel (2021). El pueblo gitano español en las revoluciones y guerras civiles (siglos XIX y XX), Almería: Círculo Rojo, p.

SAYAGO, Juan Manuel (2024). “Bicentenario de la Superintendencia General de la Policía del Reino: El cuerpo antecesor de la Policía Nacional”, en Efemérides, n.º 54 (13/01/2024).