Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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jueves, 1 de marzo de 2018

DOCUMENTO DEL MES: “Manjón y los gitanos. La escuela antigitana del Ave María”

El padre Manjón en el barrio de los gitanos
La raza gitana, desconocida en sus orígenes e inexplicable en su existencia a través de los siglos, sin asimilarse ni civilizarse al contacto de los pueblos cultos, es otra de nuestras dificultades. 
Tal como hoy se encuentra, es una raza degenerada, y esta degeneración es hereditaria y se extiende a su parte física, intelectual y moral. 
Los gitanos nacen oscuros, viven flacos, hay muchos débiles y contrahechos, habitan en pocilgas, se mantienen del deshecho, viven al azar, malgastan la vida y se hacen viejos antes de tiempo. 
Su inteligencia, obtusa para las ideas espirituales y abstractas, discurre a maravilla en cuanto se dirige a la vida animal y de instinto, y es astuta y sagaz para la mentira y el engaño, que parece en ello ingénito. 
Su voluntad es débil e inconstante como la de un niño, y como carece de fundamento religioso y del hábito de obrar bien, decide de su conducta la pasión o capricho del momento. Lo serio, formal y grave, cuanto exige esfuerzo, sacrificio, aprendizaje o sujeción, es opuesto a su modo de ser, que consiste en vivir al día, flacos y derechos como espárragos, alegres como chicuelos con castañuelas y libres como gavilanes. 
Sus sentimientos bellos están reducidos al amor de la guitarra y del cante, música quejumbrosa y holgazana, que parece el eco de una raza sin esperanza de redención ni ideal de vida (…).
Vergüenza da el confesarlo, pero es cierto que, sin hablar de otros escándalos, el amancebamiento pasa como cosa corriente entre estas gentes; los padres ven y consienten con pasmosa indiferencia o inexplicable cobardía el concubinato de sus hijos, y de tales cepas no pueden brotar sino racimos de perpetuos escándalos y alejamiento de cuanto es delicado y puro, como la piedad y el pudor, la veneración de la mujer y el respeto a la inocencia.
Clase de Música
Se unen, no el hombre con la mujer, como Dios manda, sino el macho con la hembra, a estilo de bestias (…) se juntan, no con vínculos que duran lo que la vida, sino con uniones pasajeras (…); no para bien de sus hijos, sino para servirles de perpetuo escándalo con su lenguaje soez, conducta egoísta y relajada, explotando a veces su miseria y abandonándolos otras para satisfacer más a sus anchas groseras pasiones (…). ¿Para tan hondo y grave mal, qué remedio podrá encontrar? No hay otro que el de casar a los amancebados, esto es, sanar la raíz y disminuir el mal, mientras no pueda evitarse; hacer lo que se pueda y saber esperar, sin dejar de trabajar. Tras estas generaciones vendrán otras más cultas y menos decaídas.

COMENTARIO:
Tras leer estas líneas llenas de prejuicios y estereotipos, ¿quién no tacharía a su autor de racista? Bueno, pues hay quien aún sigue considerando al padre Manjón como un modelo de enseñanza hacia los gitanos y precursor, tanto de la escuela nueva como de la coeducación.
El padre Manjón, como producto reaccionario de su época, era poseedor de una fe ciega en la doctrina de la Iglesia, una circunstancia que le impidió ver más allá de las causas que realmente originaban la cotidiana miseria en la que debía desenvolverse la comunidad gitana. Así, bajo los presupuestos misioneros colonialistas, que desde un punto de vista etnocéntrico consideraban que las razas escogidas por Dios, tenían la obligación de ayudar y convertir a todas aquellas otras que se consideraban inferiores.
Clase de Geografía
Esta misión fue la que precisamente Manjón se impuso para los gitanos de Granada. Así, desde 1889, emprendió una especie de cruzada para redimirlos y salvarlos “de la ignorancia y el atraso, de la inmoralidad y degradación”; e ideó un proyecto aculturador, por el que a base de una instrucción continuada a lo largo del tiempo, complementada con la caridad y las pláticas religiosas, conseguir su conversión mediante la  adquisición de la cultura y la moral cristiana, integrándolos en la civilización y haciéndoles olvidar su identidad como gitanos.

PARA SABER MÁS: ABAJO, José Eugenio. “El padre Manjón y la escolarización de la infancia gitana”, en I Tchatchipen,  72, 2010págs. 27-35. Disponible en http://www.unionromani.org/tchatchionline/pdf/07205esp.pdf#view=Fit.
MANJÓN, A. Lo que son las escuelas del Ave-María. Modos de enseñar, 1948, Imprenta Talleres Penitenciarios de Alcalá de Henares.


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