¡DESPUÉS
DE LOS JUDÍOS, LOS GITANOS!
LA
ALEMANI NAZI ENCUENTRA UN NUEVO ENEMIGO PÚBLICO PARA DESAHOGO DEL SADISMO DE
LOS JEFES HITLERIANOS
El
99 por 100 de los niños gitanos amenazados de esterilización
La
prensa alemana ha desencadenado una campaña de prensa contra un nuevo enemigo
público: los gitanos. El diario “Das Schvarze Korps”, órgano de los SS. y de la
Gestapo, ha dado la señal para esta ofensiva. Se reprocha a los gitanos el
tener demasiados hijos, circunstancia que inspira envidia y terror a las oficinas
de Raza del partido Nacionalsocialista. La base “científica” de esta campaña,
que tiene por objetivo una esterilización en masa de los niños de los gitanos y
que anuncia una agravación de las leyes llamadas de Nuremberg, encuéntrase
expuesta en la revista de la asociación de Médicos nacionalsocialistas.
En
el número 11-1937, exige rigurosamente la esterilización del 99 por cien de
todos los niños de los gitanos. “Nouvelles d’Allemagne” cita los pasajes
siguientes del artículo publicado por este ernergúmeno nacionalsocialista:
“Es
necesario considerar a los gitanos, no individualmente, sino en su conjunto. El
hecho de que tengan numerosos hijos hace necesaria la aplicación de medidas
decisivas. Se cuenta por término medio ocho nacimientos entre 289 gitanos, o
sea, un nacimiento por año cada 33 gitanos. En cuanto al resto de los 3.040
habitantes de Berleburg, se calcula como término medio 52 nacimientos (de 1919
a 1935), o sea, una nacimiento por cada 56 habitantes no gitanos. La cantidad
de gitanos se encuentra en contradicción flagrante con el valor racial, moral e
intelectual de los mismos en esta ciudad. No hay que creer que se trata de
hijos de Pouszta de pura sangre o de niños vigorosos como los son de su patria
de origen. Los gitanos de Berleburg son retoños degenerados, producto de
matrimonios entre parientes de una tribu que en otros tiempos era fuerte y
sólida. Son débiles, cobardes e incontrolables; no son capaces de vivir en un
Estado en el que reina el orden sin rozarse de un modo permanente con la
policía y los tribunales…
La
ley relativa a la eliminación de la descendencia, enferma por herencia, no ha
podido ser aplicada hasta ahora, nada más que en los casos en que las
enfermedades hereditarias han podido ser comprobadas.
(…)
Es inadmisible que las autoridades tengan que perder su tiempo, su dinero, sus
fuerzas morales y de trabajo, para esta canalla de gitanos de una raza inferior
y abyecta, tanto desde el punto de vista moral, como por su carácter. No hay
que olvidar su poca voluntad para el trabajo y su poco honor, sus rapacidades,
sus mentiras y su hostilidad a la vida social, podría influir en los habitantes
de sangre alemana de esta ciudad y sus contornos, aun teniendo en cuenta que la
población teutona es consciente de su raza nórdina y evita mezclarse con los
gitanos. Este informe manifiesta el deseo de que Alemania de hoy encuentre los
medios apropiados, para alejar sistemáticamente de la población alemana de
sangre nórdica, esta plaga de gitanos.
COMENTARIO:
Aunque
la persecución nazi hacia los gitanos había comenzado antes de la Guerra Civil
Española, apenas la prensa española se hizo eco de ello. Esta noticia,
aparecida en periódico de tendencia anarquista, recoge en 1937 lo que era
evidente, y lo hace, no para condenar las prácticas nazis de esterilización,
sino para desprestigiar al contrario, al bando sublevado de Franco que es
apoyado por los regímenes fascistas de Italia y nazi de Alemania. Tanto un
bando como otro en esta contienda, no respetó la neutralidad que el gitano
ansiaba, consciente de que ganara quien ganara, su situación no iba a mejorar.
En
el caso alemán, nada más iniciarse el régimen nazi, y a pesar de pertenecer al
grupo racial de los arios, los gitanos fueron considerados socialmente
peligrosos ya desde el 14 de julio de 1933, a través de una declaración que
proclamaba el concepto de Lebensunwertesleben -vida que no merece ser vivida-.
A
pesar de pensarse en islas polinésicas adonde deportar a los gitanos, en
setiembre de 1933 el Ministerio del Interior anunció un plan para arrestar a
todas las personas que no tuvieran domicilio fijo y permanente y encarcelarlas
en campos especiales de detención como forma de apartarlas de la vida social.
Allí los gitanos se volverían preventivamente inofensivos desde el punto de
vista criminal (puesto que se los consideraba un peligro potencial para la
población alemana), y sin futuro biológico (zukunftlos) por vía de la
esterilización masiva.
En
el mes de julio de 1934, un decreto prohibió el matrimonio entre alemanes y
gitanos, quedando éstos incluidos en las campañas de esterilización, bien fuera
por el método de castración, bien por inyección. En 1935 quedaron afectados a las leyes de
Nuremberg, con lo que perdieron sus derechos de ciudadanía. Y, ya en junio de
1938, con ocasión de la “semana de la limpieza gitana”, empezaron a ser
deportados junto a los judíos a campos de concentración
Para
determinar si habían de sufrir la misma suerte reservada a los judíos, se
acordó clasificación de los gitanos como "pueblo extranjero"
finalmente evitar su regeneración y extirpar así un grupo racial degenerado,
que había perdido la pureza aria, al mezclarse con otros grupos raciales hasta
convertirse en una raza asiática con algunos rasgos indoeuropeos. Sólo era
cuestión de determinar quién eran gitanos arios puros, llegando a la conclusión
de que el 90% de los gitanos eran mestizos y por lo tanto eliminables.
Se
dispuso a nombrar a nueve representantes gitanos para que se encargaran de
elaborar una lista de gitanos puros para salvarse del exterminio. Una selección
que no se llegó a realizar, pues se determinó que todos fueran eliminados. De
esta forma, en enero de 1940 se produce la primera matanza del Porrajmos en el
campo de concentración de Buchenwald, donde más de doscientos niños murieron
sirviendo de cobayas humanas en experimentos “científicos”.
A
finales de 1940 Hitler dio la orden de matar a todos los gitanos de la Unión
Soviética, y el año siguiente, la de todos los judíos, gitanos y minusválidos
psíquicos, constituyendo la llamada “Noche de los Gitanos” -1 de agosto de
1944-, el episodio más trágico, en el que más de cuatro mil gitanos de todas
edades y sexos fueron Auschwitz.
El
Porrajmos y el holocausto son hoy en día minimizados y hasta negados, desde
diferentes sectores afines al fascismo y al nazismo. El mismo reconocimiento
del exterminio gitano, tanto el nazi, como el español (Proyecto de Exterminio
de 1749), ha sido tardío, parcial y apenas significativo para las altas esferas
del poder.
La
importancia de recordar fechas como esta, es imprescindible para dar a conocer
la verdad y combatir los rebrotes racistas que añoran viejos y crueles tiempos.
El odio, fruto del desconocimiento, se alimenta de prejuicios y estereotipos, y
es tarea de todos, especialmente desde el poder político, fomentar la memoria y
reparación histórica de un pueblo, que como el duque de Caylús, virrey de
Valencia, dijo en 1754 “nunca se le ha dejado la menor diversión a este gran pueblo”.
PARA
SABER MÁS:
-
Henry Huttenbach. Porajmos. El genocidio nazi de los
gitanos de Europa [https://revistas.unc.edu.ar/index.php/NOMBRES/article/viewFile/2196/1148].
Esteban Ibarra. “Memoria
del Genocidio Gitano”, en Cuadernos de Análisis, 20. http://www.educatolerancia.com/wp-content/uploads/2016/12/20.-Memoria-del-genocidio-gitano.pdf
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