Una historia, un olvido... el discurrir invisible de lo que existió y se desconoce

Este espacio pretende entender la historia como una disciplina que proporciona, tanto la información como los instrumentos necesarios para conocer el pasado, pero también como una herramienta para comprender al "otro", a nosotros mismos y a la sociedad del presente en la que interactuamos.

Conocer la historia de los gitanos españoles es esencial para eliminar su invisibilidad, entender su situación en la sociedad y derribar los estereotipos acuñados durante siglos.

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domingo, 1 de noviembre de 2020

PETICIÓN DEL HERRERO JUAN CORTÉS PARA TRASLADAR SU FRAGUA DE TURRE A LUCAINENA DE LAS TORRES -ALMERÍA- (11/11/1752)

 Juan Cortés Bermúdez, vecino del lugar de Turre de esta jurisdicción. Ante vuestra merced como más haya lugar, parezco y digo =

Es constante soy maestro de herrero, para cuyo ejercicio tengo mi fragua y demás avíos, sin saber otro trabajo ni poder ganar el diario alimento para mí y mi familia. Lo que más impide, el haber en dicho lugar de Turre otro maestro de mi oficio; y siendo dicho lugar de corta

                Vista de Turre desde el barrio de "Turre Viejo". Foto Juan Santiago Fernández

vecindad, no es dable que en él ambos nos podamos mantener; y con este motivo he pasado a la villa de Lucainena, en donde tuve noticia no tenían maestro de herrero, lo que fue cierto; y por ello me compuse y ajusté con su concejo y demás vecinos de ella, en cuya suposición cumpliendo con las reales órdenes, establecimientos e institutos concedidos por su majestad, Dios le guarde, y a todas las gentes que por común llamaban gitanos y ahora castellanos nuevos; y siendo yo uno de ellos, teniendo mi asignación en dicho lugar de Turre, para poder mudar dicha mi vecindad a la enunciada villa de Lucainena.

 

COMENTARIO:

Los gitanos liberados conforme a la Real Orden de 28 de noviembre de 1749 -aproximadamente el 60% de los que fueron víctimas de las redadas del verano de ese año- volvieron a sus respectivos vecindarios, en los que debieron permanecer con las mismas restricciones que existían con anterioridad a la Orden de Prisión del 5 de julio de ese mismo año.

Segunda orden de prisión (agosto 1749), Archivo M. Martínez

Real Orden de 28 de noviembre de 1749. Archivo M. Martínez


Juan Cortés fue una de las doce víctimas gitanas turreras, capturadas con ocasión de la Gran Redada ordenada por Fernando VI en julio de 1749 (http://adonay55.blogspot.com/2019/07/la-gran-redada-y-proyecto-de-exterminio.html). Contaba entonces 62 años y estaba casado con Isabel Cortés, con la que había tenido cuatro hijos: Magdalena, Catalina, Ignacio y José. Todos fueron recluidos inicialmente en la alcazaba de Almería y posteriormente llevados a la Alhambra de Granada, para ser repartidos conforme a lo dispuesto por el marqués de la Ensenada: los varones al arsenal de La Carraca y las mujeres a Málaga.

Dique de carenado del arsenal de La Carraca

Alcazaba de Málaga. Lugar de reclusión de las mujeres gitanas


Tras el tremendo golpe emocional que supuso la ruptura familiar y la privación  de libertad, tres meses más tarde pudieron reencontrarse en Turre, donde Juan había venido ejerciendo su oficio de herrero con la complacencia de sus regidores, sin haber dado motivo alguno para ser conceptuado como un delincuente. Sin embargo, no teniendo más posibilidad que continuar en la herrería para mantener a su numerosa familia, la existencia de dos herreros en una población de tan corto vecindario, hizo que se planteara trasladar su fragua a otro lugar donde no hubiera competencia, y al tiempo de ganarse la vida, dar un servicio necesario al pueblo que lo acogiera.

Familia gitana de Herreros. Colección M. Martínez


Esta oportunidad la halló en Lucainena de las Torres, distante 40 kilómetros de Turre. Sin embargo, la restricción domiciliaria a la que estaban sujetos los gitanos, había convertido en una gran cárcel cada uno de los lugares donde los gitanos habían sido asignados. Sin libertad de movimientos, Juan como otros muchos gitanos estaba a expensas del arbitrio del corregidor de la población donde vivía. Un férreo control vecinal que en numerosas ocasiones no tenía en cuenta el ahogo de unas familias que intentaban sobrevivir en franca desventaja respecto al resto de sus vecinos no gitanos.

Finalmente, Juan obtuvo la licencia necesaria, y junto a su familia, emprendió una nueva etapa de su vida.
Vista de Lucainena de las Torres. Wikipedia